Durante el mes de enero, ATL ha participado en dos Jornadas Técnicas relacionadas con la reciente publicación de la Directiva Europea que regula la calidad del agua de consumo.

La Directiva 2020/2184, además de incorporar una serie de nuevos compuestos químicos agrupados bajo el nombre de emergentes, es más estricta con los subproductos generados durante el proceso de desinfección, como por ejemplo los trihalometanos, a los que añade los ácidos haloacéticos.

Esta norma, refuerza la idea de que el agua no sólo debe cumplir la calidad que se exige en su redactado, sino que, además, debe tener una buena calidad organoléptica (turbidez, gusto, olor y color) de forma que sea ampliamente aceptada por la población, por delante de aguas envasadas o de sistemas de tratamiento domiciliario que supongan un impacto medioambiental derivado del uso de los envases y de su transporte.

Éste fue el tema principal del “Seminario técnico sobre calidad de agua en red de distribución”, organizado por la Cátedra Universidad de La Coruña y la Empresa Municipal de Aguas de La Coruña (EMALCSA), celebrada en La Coruña el día 19 de enero, y que contó con la participación de la Universidad del País Vasco, Global Omnium, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, la Universidad da Coruña, EMALCSA y ATL.

Por otra parte, los días 18 y 19, en Barcelona, ​​en la jornada organizada por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua – CSIC y por el ISGlobal dedicada a la calidad del agua de esta ciudad, especialmente enfocada al control de los llamados contaminantes emergentes, el dr. Fernando Valero, Jefe del Departamento de I+D+i de ATL, presentó una ponencia sobre el control de los subproductos de la desinfección.

Actualmente, los retos del sector del agua de consumo giran en torno a la protección del recurso, la reducción de los reactivos químicos del tratamiento y la combinación de soluciones tecnológicas como el uso de membranas con el control del gasto energético y de los efectos sobre el medio ambiente.

Este escenario global, se complementa con la incorporación de las aguas regeneradas como nuevo recurso, que tendrán mayor protagonismo a lo largo de los próximos años.

En este sentido, ATL opera plantas de tratamiento de agua potable con diferentes tecnologías punteras y está comprometida con la mejora continua del sistema para garantizar la cantidad, calidad y continuidad del servicio que presta, incorporando nuevas soluciones, no sólo en el proceso de tratamiento y distribución sino también en su gestión, realizando estudios en colaboración con diferentes universidades y centros de investigación.